El camino hacia la paz es un largo recorrido lleno de altibajos. La crueldad de una guerra de más de cinco décadas ha dejado su huella en Colombia y su gente. Cientos de miles han sido asesinados, millones han sido desplazados por la violencia y no se sabe el paradero de decenas de miles de colombianos que continúan desaparecidos. Ahora el país se encuentra ante el punto de giro: el 24 de noviembre de 2016 finalmente se firmó un nuevo acuerdo de paz entre el Gobierno y la guerrilla de las Farc.
En la búsqueda de una mirada esperanzadora hacia el futuro, hemos viajado a nueve diferentes regiones en equipos colombo-alemanes. Lugares a los que la mayoría de periodistas extranjeros no suelen ir porque son pueblos demasiado pequeños, demasiado remotos, demasiado peligrosos. Pero justo allí, en esos lugares, encontramos la ansiedad y la esperanza; el temor y las ganas de vivir; la desolación y el optimismo.
En nuestro camino hacia esos lugares, escalamos montañas erguidas, cruzamos ríos profundos, atravesamos la densidad de la selva y anduvimos horas a pie en las alturas andinas. Los reportajes se realizaron en condiciones extremas: a veces no tuvimos electricidad, agua corriente o señal de celular; tuvimos que cargar los equipos técnicos a través de una sofocante selva y un equipo tuvo que cavar el barro para poder sacar el carro de una carretera destapada.
Vimos situaciones de extrema pobreza y escuchamos historias de violencia inhumana. Pero también encontramos en el camino a personas maravillosas que, a pesar de todo, no dejan de sonreír y añorar un mejor futuro.
Fueron tres días de trabajo intenso en campo. Ahora intentamos darle un rostro a las víctimas que han muerto, a quienes han sido desplazados o desaparecidos, para que nos cuenten lo ocurrido, pero también para que nos compartan lo nuevo y desconocido. Nueve historias sobre un país que intenta aprender el sentido de la paz.
Esperamos poderles compartir un vistazo de Colombia más allá de la narrativa conocida.